Guía rápida
- Sol: 6–8 horas mínimas; ideal 8+.
- Maceta: 20–30 L por planta (más, mejor).
- Sustrato: aireado + compost maduro; evita compactación.
- Tutor: desde el trasplante.
- Riego: profundo y regular; evita altibajos.
1) Semillero: el inicio correcto
Siembra en bandeja o vasitos con sustrato fino. Mantén humedad sin encharcar y luz abundante. Cuando tengan 2–3 hojas verdaderas, empieza a “endurecer” (sacar al exterior un rato cada día) para que no se quemen con el sol.
Si compras plántulas, revisa que no estén “espigadas” (muy altas y delgadas). Una planta compacta arranca mejor.
2) Trasplante: profundidad y tutorado
- Prepara el recipiente. Drenaje obligatorio. Si puedes, añade una capa de compost muy maduro mezclado con sustrato.
- Planta profundo. El tomate puede emitir raíces en el tallo: entierra parte del tallo (sin hojas) para fortalecer.
- Instala el tutor. Caña, malla o cuerda. Si lo pones después, dañas raíces.
- Riega para asentar. Un riego inicial ayuda a eliminar bolsas de aire.
3) Poda y ventilación (para menos hongos)
En tomates indeterminados (los que crecen alto), elimina “chupones” (brotes axilares) para concentrar energía en flores y frutos. No hace falta obsesionarse: una poda semanal suave suele ser suficiente.
Retira hojas bajas que toquen el suelo y evita mojar el follaje al regar. Con buena ventilación, baja el riesgo de mildiu y otros hongos.
4) Fertilización: menos es más
Un exceso de nitrógeno da plantas enormes pero con pocos frutos. En fase vegetativa, un compost maduro basta. En floración y engorde de fruto, el tomate agradece potasio y calcio (sin pasarse).
Podredumbre apical (culillo negro)
Suele ser un desbalance de agua que dificulta absorber calcio. Mantén riego estable y evita picos de sequía. En maceta, esto marca la diferencia.
Plagas comunes
Pulgón y mosca blanca
Revisa brotes tiernos. Jabón potásico al atardecer y trampas amarillas si hay mucha presión.
Orugas
Busca mordidas y excrementos. Retira manualmente y protege con malla si se repite.
Ácaros
Aparecen con calor y sequedad. Aumenta humedad ambiental y evita estrés hídrico.